República Democrática del Congo
Viajar a la República Democrática del Congo es visitar el antiguo país de Zaire o Congo Belga, situado en la zona de los grandes lagos de África y pese a su brillante vegetación y posibilidades de turismo, está considerado el país más pobre del mundo -aunque tal mal honor se lo llevan, dependiendo de los diferentes estudios, otros países vecinos-. Tiene 75 millones de habitantes y ocupa una enorme extensión que supera los 2,3 millones de kilómetros cuadrados. Fue colonia belga y de ahí a que el francés sea su idioma oficial, pero también otros como el lingala, kikongo, suajili y tshiluba.
Está habitado desde hace más de 4.000 años, gracias a unas migraciones de la tribu de los bantúes que decidieron asentarse en su asilvestrado territorio. Bélgica conquistó el país desde 1908 hasta 1960, y antes había sido una propiedad privada del rey Leopoldo II donde la explotación de sus recursos como el marfil y el caucho y la trata de esclavos eran masivas. En 1900 la prensa internacional criticó las infames condiciones de vida de sus gentes a mano dicho rey y esto propició que pasara a ser colonial con algunos derechos propios y mejor calidad de vida. Su historia más reciente está escrita, entre otras circunstancias, por la dictadura de Mobutu y una complicada transición política y social.
Está dividido en 26 provincias, las selvas y las sabanas forman su territorio, uno de los más lluviosos de África. En él destacan el Gran Valle del Rift, el río Congo o el monte Ngaliema. Es un país rico en minerales y en biodiversidad. Su religión es el cristianismo y los derechos humanos y el sistema de educación y sanidad continúan exigiendo reformas e inversiones claves que ayuden a mejorar la calidad de vida de sus habitantes. La economía de subsistencia es la principal fuente de ingreso de sus habitantes aunque el país es rico en diamantes, cobalto, cobre, cadmio, petróleo, oro, plata, zinc, magnesio, estaño, germanio, uranio, radio, bauxita, hierro y carbón, pero su explotación no llega a manos de éstos.
Kinshasa es la capital del país y con 10 millones de habitantes es la ciudad más poblada de África tras El Cairo y Lagos. La sabana arbolada cubre gran parte de su territorio y las famosas cataratas Livingstone son todo un emblema para ella. Viajar a la República Democrática del Congo es visitar los encantos que su capital ofrece al turista como, por ejemplo, el jardín botánico, el mercado de la liberté, la academia de bellas artes, el palacio de la nación, el palacio del pueblo, el edificio SOZACOM, el hotel Memling, el boulevard 30 de junio, el edificio Gecámines, barrio La Gombe, Ma Vallee, las cataratas Zongo, la universidad... además es un país con una gran tradición cultura, que destaca en la pintura.
Y en cuanto a su gastronomía, destacan los platos hechos a base de pescado, maíz, arroz, frutas y carne de animales como el pollo, jabalí o la cabra. Algunos platos famosos son el maambe con aceite de palma, arroz, verdura y salsa de cacahuete, el fufú de mandioca, la carne de puercoespín y mono...Para beber, café o cerveza local y como postre, frutas y dulces de cacao. En su artesanía, sobresale el trabajo en madera y hierro, como máscaras o figuras talladas.
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