Viajar a Corea del sur

Corea del Sur

Viajar a Corea del Sur es trasladarse a la península de Corea, en plena Asia. Sus 845 kilómetros de fronteras son con el hermético país de Corea del Norte, con quien compartió un único territorio hasta la división en dos en 1945. Casi 50 millones de habitantes conforman su territorio y casi tres mil pequeñas islas la rodean. Se trata de una de las civilizaciones más antiguas del mundo y sin embargo también de las más modernas y tecnológicas. Poblada desde principios del Paleolítico, Corea del Sur  ha sufrido innumerables conflictos con países como China o Japón y no fue hasta bien entrados los años 80 cuando el país pudo vivir en un contexto de paz y democracia. El won surcoreano es su moneda y el inglés está bastante extendido. El budismo es la religión predominante, aunque el cristianismo cuenta con un porcentaje más elevado que en otras naciones asiáticas. También otras religiones menores así como el agnosticismo están bastante representados en este diverso país. Sufre un clima húmedo y sufre los efectos del monzón, y cuando más llueve es en verano. Puede sufrir heladas importantes y sus jornadas de calor no sobresalen durante el año. Los bosques mixtos predominan en su flora y puede presumir de una fauna diversa.

En la zona desmilitarizada de Corea, que divide ambos países, se encuentra una gran reserva natural dónde conviven animales autóctonos algunos en peligro de extinción. Por razones militares, esta zona puede conservar de protección de forma indirecta para su preservación. Aglutina 9 provincias, una ciudad especial y seis regiones metropolitanas y, debido a su historia, tiene unas fuerzas armadas muy bien equipadas y que reciben una gran parte del presupuesto coreano. Es un país emblema de las nuevas tecnologías y son éstas las que hacen que sea el sector líder de su economía junto a otros como el automovilístico, el textil, manufacturas o  el naval. Es el país número uno en internet y en producción de elementos electrónicos. Su desempleo apenas supera el 3%. La capital del país es Seul,  que ha sido además la capital histórica de toda Corea desde hace siglos. Supera los 24 millones de habitantes contando con su área metropolitana, albergando casi la mitad de población del país y el río Han es el más importante. Las multinacionales más importantes, sobre todo asiáticas y norteamericanas están ubicadas también allí y sectores como el de servicios, maquinaria y tecnología son sus grandes bazas. Se divide en 25 distritos o gu y en destaca en cantidad de deportes y universidades, dónde es toda una eminencia.

Al planear un viaje a este estado, obviamente, la primera parada debe ser su capital, Seul. Tiene lugares de interés tan importantes como por ejemplo, la Tower Palace 3 -el edificio más alto del país-, el museo nacional o el mausoleo de guerra, los palacios de la dinastía Joseon -la más histórica de Corea- como son Changdeokgung, Changgyeonggung, Deoksugung, Gyeongbokgung y Gyeonghuigung, el templo de Seul, mausoleos como los de Jongmyo, Dongmyo, Munmyo, Jogyesa, Hwagyesa y Bongeunsa, el distrito nocturno y de moda Gangnam, la comercial calle Myeong-dong, la montaña del sur, el universitario barrio de Sinchon, el famoso parque de Changch´Ungdan, el occidental Itaewon y el tradicional Insa-Dong, la cultural Hongdae, el Seoul Arts Center, el tempo Sunggasa del 756, el famoso Ssamzie Space, el Temple stay o el Bukchon Hanok Village. A parte de la capital, es recomendable visitar el templo de Beomeosa de Pusan y su playa de Haeundae, la catarata Jeongbang de Sogwipo, encantadoras ciudades como Cheju o Sokcho e importantes ciudades como Busán o Daegu con una gran vida cultural y artística.

Antes de volver a España es importante hacerse con algunos souvenirs típicos de este milenario país. Típicos son sus hanboks -vestidos tradicionales-, la rosa de Siria -símbolo del país- y que se repite en diferentes productos artesanos, antigüedades y libros de viejas encuadernaciones así como cerámica coloreada típica. Y para comer, hay que tener en cuenta que bebe de las cocinas chinas y japonesas. El arroz, las verduras y los mariscos son sus tres piezas elementales. Alguno de sus platos más típicos son el bulgogi o carne al fuego, kimchi con verduras, costillas de vaca o galbi, empanadillas de vegetales o sopa de Mandu, entre otros muchos. Es un país con gran tradición en tés, muchos a base de arroz, el aguardiente más popular es el soju y también beben mucha cerveza.