Viajar a Laos

Viajar a Laos es visitar la anteriormente conocido como tierra del millón de elefantes, un país situado en el sureste asiático y sin salida al mar pero de una desbordante naturaleza que deja impactado a todo aquel que la visita. Sus tierras están habitadas desde tiempos ancestrales pero se tiene documentación desde el s. XIV cuando formaba parte del reino de Lan Xang dónde habitaban las tribus laos que gozaban de una administración política avanzada más que otras del continente, que aún conservaban las clasificaciones en clanes. Su religión predominante es el budismo y al animismo, para la gente que reside en las montañas. El lao es su idioma pero el francés es usado aún por el gobierno y el comercio, ya que el país se independizó de Francia en 1949, no obstante es el inglés el idioma que está despuntando en la educación laosiana. La economía de Laos, sin embargo, es de las más anticuadas ya que el 85% de su población aún vive gracias a la agricultura, algo impensable en países vecinos. Aún depende de ayudas exteriores y préstamos para poder desarrollarse, además la presencia de empresas extranjeras es vital para su desarrollo. Está dividida en 16 provincias y su clima tropical, monzones incluidos, es parte importante de su radiografía. Muy importantes son sus zonas naturales ya que dispone de  125.000 kilómetros cuadrados de bosques, es decir el 65% del total de su territorio junto a selvas subtropicales, sin embargo la desforestación para el comercio ilegal está haciendo importante daño a este entorno natural del país. El río Mekong es el más importante y de gran importancia para la pesca y la agricultura en sus fértiles valles. La ganadería es importante, apenas tiene recursos minerales, las lluvias son frecuentes y las infraestructuras como caminos y carreteras están bastante por desarrollar, así como el reparto de electricidad. Su capital es Vientián, en el valle del río y cuenta con un total de casi un millón de personas. Su fundación data del s. XIV.

Para empezar un viaje por Laos, hay que empezar por esta ciudad. Viajar a Laos es visitar algunos lugares como, por ejemplo, el famoso templo Pha That Luang, la Stupa, el parque Buda, el museo nacional, el monasterio Vat Xieng Khuan, Patuxai -monumento al arco del triunfo-, Talat Sao o mercado de la ciudad, Vat Sri Saketel -el templo más antiguo-, Haw Phra Kaew, mercado de Thong Kham Kham, otros monasterios como los de Vat Ong Tu e In Peng, la ribera de su rio, el templo budista Vat Sok Pa Luang o Si Saket, la bolsa de valores, el distrito de Sisattanak, That Dam, Vat Si Muang -otro templo famoso-, el puente de Vang Vieng, Pha That Luang, la stupa negra, el área protegida de  Phou Khao Kwai, la cascada de Tad Leuk, el monasterio de Wat Sit Saket o Mekong. Otros sitios que tener en cuenta a la hora de viajar a Laos son la imporante ciudad de templos Luang Prabang y su desbordante naturaleza o su mercado nocturno, las cataratas de Tad Fan en Pakse o las de Kuang Si, Vientiane, Muang Ngoi, Champasak, Thakhek, el poblado Akha en Nam Tha o Phongsaly, entre otras ciudades mágicas de este desconocido país.

La artesanía de Laos se caracteriza por el empleo de la seda, sombreros de paja, cajas de madera, cestas y productos de terracota, entre otros muchos. A la hora de comer, hay que probar el Larb a base de carne, arroz glutinoso, sin savane (carne de vaca crujiente), som moo (una especie de jamón encurtido), som khai pa con pescado en vinagre, el mok kai con el pollo en una hoja de banana, estofado de verduras, pescado cocinado en un tradicional padek, la sopa de jabalí o la tom mak ha, una sopa ácida...y de postre, el khao nom maw keng, un pastel de coco. Otros platos son las chuletas de cerdo a la brasa, berenjenas con pescado y la sopa de marisco. Viajar a laos es probar su tradicional batido de frutas, néctar de sandias o el sorbete de coco.