Viajar a Sri lanka

Viajar a Sri Lanka es hacerlo al país también conocido como la lágrima de la India. En él viven más de 20 millones de personas pese a su pequeño tamaño y los budistas e hinduistas son los más numerosos. En Sri Lanka existen diferentes microclimas gracias al monzón y en él se dan dos relieves diferentes, la costa con sus palmeras y lAs montañas con sus árboles, algunos exclusivos de la zona, además de sus cultivos de té. Está ubicado en una isla y el 15% del total de su territorio está protegido, tanto es así que hay diferentes parques nacionales como los de Bundala, Udawalawe, Yala, las Llanuras de Horton y la reserva forestal de Sinharaja declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Su fauna salvaje es de las más codiciadas del mundo y la domesticación de los elefantes para el trabajo en el campo es habitual. Ubicado en el océano Índico, está dividido en 9 provincias, y se independizó de Reino Unido en 1948. El cingalés su lengua autóctona y los budistas ya se incorporaron a la isla en el siglo III a. C. Hasta apenas hace tres décadas su nombre oficial era Ceilán. Sus playas y paisajes le hacen ser uno de los destinos turísticos más en auge y no especialmente caro. En su economía, destaca la producción y exportación de té, café, caucho y coco. Telecomunicaciones, seguros, refinerías de petróleo o la construcción son otros sectores que emplean a un buen grupo de srilanqueses. Su capital es Sri Jayawardanapura en Colombo con más de 3, 3 millones de habitantes y se caracteriza por la ostentación y el lujo de su nivel de vida.

Bosques, playas de ensueño y lugares idílicos comprenden la mayoría de sus principales atractivos. Algunos de ellos son, la iglesia de san Esteban, el monte Lavinia, su puerto de pesca, su canal holandés, clok tower o torre del reloj, el fuerte de Negombo, su mercado, su cancha de cricket, ceylonica, sus impresionantes hoteles, la iglesia Wolvendaal, el templo Seeme Malaka, el parque verde, el templo budista de Isipathanaramaya, iglesia de santo Tomás, Lighthouse, la iglesia de san Pedro, la vieja ciudad, el zoológico o el viejo parlamento, todos ellos en la capital del país. Sin embargo, el tamaño del mismo ofrece al turista el recorrido por diferentes pueblos y ciudades de diferente tamaño pero de costas paradisíacas y estampas de mar y naturaleza, como por ejemplo Amparai y su playa Arugam de grandes olas, Galla y sus rocas gigantes, Dambulla, Sigiriya, las grandes avenidas y templos de Anuradhapura, Pinnawela y sus elefantes, el jardín botánico de Paradeniya, Haputale y la plantación de té, Dambulla y su gran monasterio, Kandy y su entorno natural, Monaragala y las ruinas de Buduruwagala, Jaffna y sus dunas de arena, Horton, el tranquilo Mirissa, Maha Nuwara y sus jardines, árboles y bambús o la pacífica zona de Amparai, entre otras localizaciones.

Viajar a Sri Lanka es adquirir alguna de sus objetos más característicos como la madera tallada, máscaras de colores, cestería, cerámica, piedras preciosas o manteles bordados, entre otros productos. En su gastronomía, destaca el arroz como en gran parte de Asia, sobre todo acompañado con curry. El pollo y las verduras son un buen acompañante de este. Canela, jengibre, azafrán y otras especias picantes son muy socorridas. Destaca el consumo de pescado, sobre todo el atún y las tolvas con huevo o miel. Las frutas tropicales como son mangos, papayas, bananas o piñas son muy habituales y para beber, el té o el arrack, bebida con alcohol a base de coco. Ah y una última curiosidad, en el año 288 a. C. se plantó el árbol más antiguo por seres humanos del planeta y que sigue vivo con 2296 años después, ¡casi nada!.