Kiribati
Viajar a Kiribati es visitar uno de los países más pequeños y desconocidos del planeta. Situado en Oceanía, en pleno océano Pacífico es independiente de Reino Unido desde finales de los años 70 del pasado siglo. La isla volcánica de Banaba y una treintena de atolones de coral conforman este país de poco más de 800 km cuadrados y 100.000 habitantes. Un grupo de la Micronesia habitó por primera vez este pequeño territorio hace alrededor de 5.000 años.
Expediciones británicas, portuguesas y españolas se interesaron por descubrir lo que estas salvajes tierras escondían en sus adentros pero fueron los británicos quienes en 1892 la convirtieron en protectorado medio siglo después de asentarse en ella. El inglés es, por tanto, su idioma pero también una desconocida lengua llamada gilbertés, un idioma prácticamente exclusivo de la isla y no hablado en otra parte del planeta.
Está dividida en seis distritos y en tres regiones a efectos administrativos, las islas Fénix, las Gilbert y las de la Línea. La católica es la religión predominante y algunos puntos fuertes de su economía son, la exportación de coco y la pesca. Desde hace algunos años, el cambio climático y la subida del nivel del mar amenazan la existencia en sí de este paraíso de bellas y bonitas playas que podría extinguirse. El gobierno del país, incluso, podría estar interesado en que sus habitantes se trasladasen a las vecinas islas de Fiyi antes de que esto ocurra. Tarawa es su capital famosa por ser un reducto de defensa japonés en la II Guerra Mundial.
La extensión de Kiribati no es amplia pero lo suficiente como para disfrutar de un turismo natural, tranquilo y pacífico. Sus playas blancas en más de 1.000 km de costa se entremezclan con una abundante vegetación en un país que no destaca precisamente por sus altas montañas. Alguno de los lugares más famosos a tener en cuenta a la hora de viajar a Kiribati son Tarawa Atoll, la oficina de correos, la biblioteca, la residencia del presidente, el puerto de Betio, el Parlamento, las islas Fanning po sus atolones de coral dónde practicar buceo y deportes marítimos. La artesanía típica de la isla tiene en los sombreros su exponente más importante, también productos decorativos en madera, esterillas o cestos. Y para comer, el coco es la estrella de una gran cantidad de sus platos estrella, también el arroz y el marisco. Para beber, los zumos de fruta y también bebidas producidas en coco son abundantes.
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