Viajar a ávila

Ávila

Viajar a Ávila es visitar la capital de provincia más alta de toda España situada a 1131 metros de altitud. Tiene un centro histórico catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde hace casi dos décadas y el río Adaja atraviesa sus tierras. De temperaturas bajas y lluvias poco numerosas durante todo el año, lo que le ha provocado problemas de abastecimiento de agua en numerosas ocasiones, su fundación es de origen romano en el s. V a. C y comprendía el actual casco antiguo, anteriormente amurallado, aunque sus primeros asentamientos fueron por parte de los visigodos. Es una de las capitales de provincia menos pobladas con apenas 60.000 vecinos y abarca 106 municipios, en su mayoría también de poca población. Su semana santa es de las más laureadas del país y las fiestas de santa Teresa, en octubre, las de mayor afluencia.

Trazar un viaje por estas tierras pertenecientes a la comunidad de Castilla y León es visitar alguno de sus enclaves arquitectónicos y emplazamientos más característicos, como por ejemplo la catedral del Salvador de Ávila del s. XII, el resto de sus murallas, la basílica de san Vicente, la ermita de san Segundo, la iglesia de san Pedro del s. XII, el real monasterio de santo Tomás, el santuario de nuestra señora de Sonsoles, el convento de san José del 1562, el palacio de don Diego, jardín de Prisciliano, el centro de congresos, parques como el de san Vicente o del Soto, el jardín de san Antonio o el del Recreo, otras zonas verdes como el del Rastro o san Roque, museos como el de catedral, el de Ávila, el del convento de santa Teresa, el de Caprotti, el de arte oriental, el de ciencias naturales o el de la encarnación dónde vivió santa Teresa durante casi tres décadas, sus cuatro bibliotecas, la universidad católica o de la mística, los cuatro postes, la plaza de santa Teresa, el palacio de los Dávila o la puerta de san Vicente. Además, Ávila también dispone de una serie de poblaciones dignas de visitar en todo viaje que se precie como, por ejemplo, Cardeñosa, San Pedro, Arévalo o Bohoyo, entre otras.

Los souvenirs típicos de esta zona situada en el oeste de la Península Ibérica están relacionados con su tradicional artesanía como son objetivos de vidrio, cerámica, barro o flores secas. Viajar a Ávila es parar en alguno de sus típicos restaurantes castellanos para degustar su rica gastronomía, con cierto parecido a la extremeña, dónde destaca el consumo de la carne procedente de la caza. Las patatas revolcones, el chuletón de Ávila, el cordero asado, el conejo a la cazadora, mollejas de ternera, el cuchifrito, empanadas de puerros, patatas viudas o sea en salsa, conejo escabechado, tostón asado, alubias o lentejas con chorizo son solo alguno de sus platos más consumidos. En las frutas destacan las sandías y las manzanas. Y en los postres, las yemas de santa Teresa, rosquillas y tarta monjil, y para beber, vino.