Viajar a Pontevedra

Pontevedra

Viajar a Pontevedra es hacerlo a una ciudad gallega de leyenda ubicada en la desembocadura del río Lérez. Posee un clima típicamente oceánico y tiene al Atlántico como su mar protector. Actualmente aglutina a un total de 82.000 vecinos en el conjunto de la provincia y sus orígenes son romanos, aunque leyendas existentes cifran este hecho en los griegos. Su situación privilegiada en las Rías Bajas hace que sea el turismo su principal fuente de ingresos, así como el sector servicios. Su demografía no para de crecer pero también es de la más envejecida y está divida en un elevado número de barrios. Su tasa de paro es inferior a la media española pero su aportación al PIB y su riqueza esta por debajo de un gran número de comunidades autónomas. La construcción y el sector del automóvil así como la pesca son alguno de sus sectores estrella.

Un viaje por este municipio gallego es visitar su tradicional y carismático mercado municipal, las marismas del Alba, el teatro principal y liceo Casino, la senda fluvial dos Gafos, la isla de las esculturas, el santuario de las apariciones, el palacete de las Mendozas, la casa del Barón, la capilla del Nazareno del s. XIV, la real basílica menor de santa María la Mayor del s. XVI, el pazo provincial, la casa consistorial, las ruinas de santo Domingo, el monumento a los héroes de Ponte Sampaio, el pazo de Mugartegui del s. XVII, el convento de santa Clara, la iglesia de san Bartolomé, el edificio de hacienda, la casa das Campás, iglesias como las de san Bartolomé y san Francisco, puentes como el de corrientes o el de los tirantes o el museo del monasterio de Poyo del s. VII. Viajar a Pontevedra es recorrer otras localidades famosas por sus playas, acantilados y monumentos como O Grove, Cies, Combarro, Hio, Barro, Bueu y su isla de Ons, la turística Sanxenxo, Arosa, Tui y su catedral de santa María, Ribeira y su faro, Cambados, la famosa isla de la Toja, las cataratas do Toxa en  Silleda o la isla de san Simón en Redondela. Vigo, es su municipio más famoso y tiene en sectores como el químico, farmacéutico, textil, alimentario, editorial, maquinaria, naval y aeronáutico sus grandes pilares. Destacan sus monumentos románicos, de los más importantes en España, entre ellos iglesias como la de san Salvador de Coruxo, Santiago de Bembrive y santa María de Castrelos. Su casco antiguo, el monte del castro con sus restos de la edad de Hierro, la porta do Sol, la zona de paseo y portuaria llamada la Alameda y Montero Rios, su concatedral, la plaza de la Constitución y las comerciales calles Príncipe, Urzáiz y Gran Vía son las más populares. Una docena de museos, sus rutas de senderismo y sus cuatro playas (Samil, Carril, del Vao, de Canido) conforman a este municipio de Pontevedra como de visita obligada debido a su gran importancia dentro del mapa gallego.

Un viaje por Pontevedra es comprar muebles restaurados, metales y piedras, antigüedades, enmarcación de cuadros, libros encuadernados, alfombras y cerámica de Sagardelos y de O Castro. En su gastronomía, sobresale como no el marisco debido a su historia pesquera y sus grandes y sabrosas mariscadas. En el interior, la carne y los lácteos son más abundantes, sobre todo el cerdo. En contraposición a otras comunidades de España, las verduras ocupan un lugar secundario así como las frutas. Alguno de los platos más famosos con la empanada gallega, el lacón con grelos, platos con patatas y rodaballo, lubina, lenguado, angulas o truchas, percebes y ostras, el pulpo a feira con pimentón, aceite de oliva y sal gorda, caldeiras de pescado, guisos de carne y postres tan típicos como la leche frita y membrillos. Sus vinos de D.O  son muy apreciados.