Viajar a Chad

Chad

Viajar a Chad es visitar un gran país en el centro de África de casi 1,3 millones de kilómetros cuadrados. En él habitan más de 10 millones de personas que tienen el francés y el árabe como los idiomas oficiales, debido a las anteriores conquistas y periodos de colonización. Tiene altos niveles de pobreza y corrupción que contrastan con su gran atractivo geovisual y una fauna envidiable y única. El río Chad es el más importante, Emi Koussi en el desierto del Sáhara es su punto más alto. Se estima que este territorio está poblado desde más de 9.000 años y la religión predominante es el islam, aunque el cristianismo también tiene su parte importante.

Chad se independizó de Francia a principio de los años 60 del pasado siglo y vivió revueltas internas e incluso el asedio de Libia que acabó mal para estos últimos. Está dividido en 22 regiones, el monte Tibesti es el más importante del país y su vegetación está bastante mal repartida por todo el país. El Sahara da paso al cinturón de Sahel en el centro de Chad, donde las precipitaciones varían de 300 mm a 600 mm al año y su economía se divide entre la ganadería y la agricultura, y la industria del petróleo y algodón. La falta de infraestructuras e inversiones extranjeras es muy acusada en el país. Eso sí, su patrimonio cultural es muy extenso y concienzudamente conservado.

La capital es Yamena, que se divide en 10 barrios, por ella pasan los ríos Chari y Logone y posee un importante puerto para este humilde país. La catedral, una serie de mezquitas  o el museo nacional forman parte de su interés turístico. Viajar a Chad es también ver el museo nacional  N, Djamena, la avenida Charles de Gaulle, el mercado central o las rutas de Archei, entre otros. La elección de safaris y rutas es una elección segura para los amantes de la naturaleza. Y para los que les gustan coleccionar recuerdos de sus viajes, armas locales, objetos de cuero, joyas, cerámica y cobre. Por otro lado, la cocina de Chad se basa en el mijo, maíz, pescado, arroces y carne de camello, entre otros. Para beber, tés o zumos de frutas.