Viajar a Bolivia

Bolivia

Viajar a Bolivia es trasladarse al centro de América Latina, al lado del océano Atlántico. Cuenta con más de 10 millones de habitantes y es uno de los países de su continente más arraigado a sus costumbres ancestrales. Su nombre proviene de libertador Simón Bolívar y data tan solo del año 1825. Fue colonia española hasta principios del s. XIX pero sus tierras son ocupadas desde hace más de 14.000 años, según restos del yacimiento de Viscachani y la cultura Tiwanacu y el Reino Colla, sobre todo, marcaron su historia. Estuvo unida a Perú y tras su separación, vivió un siglo XX en constantes conflictos internos hasta la consolidación de su democracia en los años 80. Es un estado pacifista y estable en cuanto a sus relaciones internacionales, se divide en 9 departamentos y 112 provincias y en su geografía destacan los Andes Centrales, el Chaco y la Amazonía, siendo la andina y la parte llana las dos grandes diferencias de su relieve. Tiene tres cuencas hidrográficas importantes, la central, la del Amazonas y la del Plata, tiene un clima tropical pero moderado y es un país tremendamente biodiverso con 4 tipos de biomas, 32 regiones ecológicas y 199 ecosistemas -siendo uno de los diez países del mundo con mayor tipos diferentes de aves y mamíferos-. Es un país multicultural, con una gran población de origen indígena que suele conservar sus costumbres y también una importante parte mestiza, entre hispanos y amerindios lo que hace que tenga casi 40 idiomas oficiales para evitar así la discriminación. La música autóctona goza de gran popularidad y posee un gran legado cultural y monumental digno de visitar. La minería, la alimentación, el sector del automóvil, los textiles y los hidrocarburos, como el gas, son sus puntos fuertes, económicamente hablando. Su capital es Sucre, dónde se habla también el idioma Chequa. 

Alguno de los lugares de interés de esta ciudad colonia están declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Destacan, su centro histórico, el parque Bolívar, el museo textil, plaza 25 de mayo, casa de la Libertad, la iglesia de la Recoleta, el teatro Gran Mariscal, el arzobispado, la universidad san Francisco Javier  de Chuquisaca, la corte suprema de justicia, la iglesia de san Lázaro, la catedral, la basílica de san Francisco, el parque Cretacico, el castillo de la Glorieta, el cementerio, el museo universitario, la iglesia de san Miguel, el museo de santa Clara, el mercado, el museo costumbrista, el convento de san Felipe de Neri, el cerro Sica Sica, la hacienda Ñucchu, la plazuela Aniceto Arce, el templo de san Agustín, Cachimayu, nuestra señora de la Merced, la iglesia de san Sebastián o el teatro Mauro Nuñez, entre otros. Cal Orko es el yacimiento de huellas fosilizadas más grande del mundo.

Nuestra señora de la Paz, es la segunda ciudad más importante del país y, a veces, confundida como capital de Bolivia y es que le quintuplica a esta en población. Posee un gran atractivo turístico y diferentes edificios gubernamentales se agrupan en ella. Destaca la plaza Murillo, el paseo del Prado, el convento de san Francisco, su casco viejo, el palacio de gobierno, el mercado de las brujas, el teatro municipal, el parque central, la catedral, el valle de la luna o el de las ánimas, el parque Laikatoca, la calle Jaén, la iglesia de santo Domingo, el teatro al aire libre, el mirador Jach'a Kollo, los puentes trillizos, la laguna Cota Cota, la muela del diablo, la zona sur, el estadio Hernando Siles, el cañón de Paca, el jardín Japonés, numerosos museos como el de Pedro Domingo Murillo, Juan de Vargas: Muestra muñecas de cerámica llevaba costumbres tradicionales que muestran cómo era la vida en el siglo XIX. También se pueden ver fotos de la vieja ciudad de La Paz, el de metales, el nacional, el de arqueología, el marítimo, el nacional de arte, el de música, el de etnografía, el Tambo Quirquincho, el de revolución, el histórico militar, el de la coca, el de los textiles andinos o el kusillo, entre otros, además de otros enclaves como Chacaltaya, el lago Titicaca, el parque nacional Madidi, etc. Potosí o la ciudad de Cochabamba también son dos importantes núcleos para conocer la cultura del país.

La artesanía boliviana es tremendamente rica y digna de conservar en todo viaje que se precie. Destacan sus gorros, la cerámica colorida, ponchos, alfombras, ropa de angora, objetos de madera de carácter religioso y ancestral y mucha música e instrumentos autóctonos. Viajar a Bolivia es probar su gastronomía, basada en la carne y la fruta. Algunos platos típicos son el api, chairo, cordero con cebolla, aptapi de tubérculos con pescado y queso, chalona de puerco con patatas, pescado frito, fricasé paceño -un caldo de carne de cerdo en ají amarillo con maíz-, lagua, llaucha -una especie de empanada- marraqueta, quinua graseada con queso llamada phiri o panza rebozada, entre otros muchos famosos. Para beber, caldos autóctonos como Yungueñito, que es un cóctel preparado con singani y jugo de naranja, almibar y hielo, chicha cochabambina, singani... y un largo etcétera.