Viajar a Turkmenistán

Turkmenistán

Viajar a Turkmenistán es viajar a un pequeño país de Asia central y perteneciente a la Unión Soviética, de la que se independizó en 1991. En él viven 5 millones de personas  y su costa oeste está bañada por el mar Caspio. Poblado desde la antigüedad este país ha estado formado, incluso hasta en la época moderna, por multitud de pueblos nómadas que tenían en la cría de caballos, entre otras, una de sus principales formas de vida. El ruso junto a una variación llamada turcomano, son sus lenguas oficiales y tiene una extensión cercana al medio millón de kilómetros cuadrados.

El desierto de Karakum ocupa una parte importante de este rocoso y montañoso país, de temperaturas heladas durante buena parte del año, inclusive extensas nevadas durante buena parte del año. Está divido en cinco provincias y pese a gozar de una aún joven democracia, los problemas étnicos y de derechos humanos son una de las denuncias constantes de las organizaciones mundiales. El algodón, el gas y el petróleo son la base de su economía, aún carente de una competitiva industria e inversión extranjera. El 90% de sus habitantes son musulmanes y su capital es Asjabad.

Sin duda, viajar a Turkmenistán es viajar a su capital Asjabad por ser el centro comercial, político y social del país.  Se encuentra muy cerca de la frontera con Irán y en ella residen casi un millón de personas. A su lado, se levantan los fastuosos montes  de Kopet Dag y su fundación data de 1818, gracias al desarrollo de una pequeña aldea que, con el tiempo, fue aumentado su valor. La industria del metal también es importante en ella y algunos lugares de interés son el jardín botánico, la plaza de la independencia, el pozo de Darvaza, su centro histórico oriental... además es un país que suple su escasez de monumentos históricos con ser uno de los destinos más idóneos de Asia para la práctica de la escalada y los deportes de montaña.

En su artesanía destacan, sobre todo, las alfombras y los trajes turcomanos clásicos. También el trabajo en hierro y la orfebrería. Para comer, carne de caballo, cordero y vegetales, aunque sus tierras son bastante pobres para el florecimiento del cultivo. Entre sus platos, sobresalen los mantys al vapor, pasta con cordero y verduras, shashliks o kebas, plov de cordero con arroz y pasas, muchas sopas con vegetales, pescado frito con verduras o pasta... y de postre, galletas de pan. Para beber, té turcos o vodka.