Cantabria
Viajar a Cantabria es planear un viaje al norte de la Península Ibérica dispuesto a disfrutar de grandes paisajes naturales que ofrece la naturaleza. El mar Cantábrico, la cordillera cantábrica y el cornisa del mismo nombre dónde se sitúa esta comunidad, ofrecen estampas únicas en todo el territorio español. El pico de Torre Blanca a más de 2.600 metros es su punto más elevado y está considerada la región del mundo dónde más restos del Paleolítico Superior se han encontrado gracias a sus famosas cuevas de Altamira, objeto de turismo de muchos viajeros y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Montañas a doquier y costas se unen en esta comunidad y en su extremo sur se encuentran sus preciosos valles verdes. Su clima es húmedo y suave durante todo el año y sus precipitaciones son constantes. Posee numerosos ríos pero cortos y con poco caudal, dejándole al mar todo el protagonismo. Su vegetación es abundante y posee una de las floras más variadas de toda España. Casi 600.000 habitantes habitan en esta comunidad autónoma, de los cuales casi una tercera parte se aglutina sobre su capital, Santander. Torrelavega, Castro Urdiales o Camargo son otras poblaciones grandes que reúnen a más de 30.000 habitantes y a tener en cuenta a la hora de viajar a Cantabria.
Se divide en diez comarcas y su economía tiene como sectores base el turismo, el sector servicios e industrias como la siderúrgica, la alimentaria, la química, la papelera, la textil, la farmacéutica, equipos industriales y de transporte. La minería, la pesca y la agricultura están en un segundo plano. Se caracteriza también por un elevado número de medios de comunicación en comparación a su tamaño y también por sus números parques naturales como, por ejemplo, el nacional de los Picos de Europa, el de Oyambre, del Saja-Besaya, Collados del Asón, de Peña Cabarga, de las Secuoyas del Monte Cabezón, de las marismas de Santoña, Victoria y Joyel y el de las Dunas de Liencres. Su capital, Santander, siempre ha gozado de un status especial entre la clase acomodada de los siglos XIX y XX por sus balnearios de aguas termales. Se divide en ocho distritos y con su área metropolitana aumenta sus habitantes hasta los 284.000. Es sede de las principales instituciones públicas y su puerto es de vital importancia para el desarrollo de la ciudad.
Planear un viaje por estas tierras es visitar lugares de interés tanto dentro de la capital como en las localidades que conforman la comunidad autónoma. Santander capital tiene lugares tan emblemáticos como la playa del Sardinero, el emblemático palacio de la Magdalena de 1909, el mercado de la Esperanza, el faro cabo mayor, el paseo de Pereda, la bahía y su paseo marítimo, el museo del hombre y el mar, el gran casino, el ayuntamiento y el edificio del banco, el monumento a Félix Rodríguez de la Fuente, los jardines de Pereda, la plaza Velarde, la iglesia de san Francisco, la catedral de la Asunción de la Virgen, el palacio de festivales, el museo regional de prehistoria y arqueología o el de bellas artes, la casa monumental de los Riva-Herrero, el mercado del este, el edificio de tabacalera, el monumento al dique de Gamazo, el cartulario del monasterio de santa María de la Piasca, la biblioteca y casa-museo de Menéndez Pelayo, el antiguo hospital de san Rafael, la iglesia de santa Lucía, el seminario de Monte Corbán, las salesas reales, el cementerio protestante, las locomotoras de vapor, la iglesia de nuestra señora de la Consolación, el faro de Cabo Mayor, el hotel real de principios del s. XX, la casa de Adolfo Pardo, el palacete del embarcadero, el edificio vitalicio, su puerto deportivo, el monumento a José Hierro, el faro de la isla de Mouro, la grúa de piedra, la casa Pombo, la playa Bikinis, el monumento a la quesera, el puerto chico, el monumento a amnistía internacional, isla de la torre, el parlamento o la montaña Peñacastillo, entre otros. En la totalidad de la provincia, también merece hacer un viaje a otras localidades como Comillas y su capricho de Gaudí, la playa de los Locos de Suances, la cueva el Soplao de Valdáliga, la portuaria san Vicente de la Barquera, la naturaleza de Potes, los Picos de Europa, la playa de Somo y su tranquilidad, la antigua Bárcena la mayor, la impresionante Santillana del mar, Noja, Piélagos o Santoña, entre otras.
De compras por Cantabria, es compra obligatoria hacerse con su bisutería y su ropa. Cantabria es considerada una de las regiones más elegantes de España y sus pequeños comerciales dan buena muestra de ello. Otros recuerdos de orfebrería y cerámica típica del norte de España también son recurrentes. En cuanto a su gastronomía, viajar a Cantabria es probar sus pescados y mariscos de la zona, pero también un elevado número de hortalizas, legumbres y carne vacuna. Los calamares fritos o rabas son la tapa más consumida por los cántabros. También mejillones, berberechos, centollos, langostas o almejas. Y por supuesto, las sardinas. La carne de vacuno, el jabalí y el venado destacan. La sidra y el orujo son las bebidas más consumidas, pero también la cerveza. En cuanto a platos destacan el cocido montañés o el de lebaniego con alubias, garbanzos, berzas, compango y patata, el sorropotún con bonito del norte o el chorizo de potes. Y en cuanto a los postres, sobaos, quesadas, quesos, hojaldres o las similares polkas.
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