Viajar a Teruel

Teruel

Viajar a Teruel es visitar la capital paleontológica por excelencia de España. Situada al sur de la comunidad autónoma de Aragón y pese a no ser de las más pequeñas, es la ciudad menos poblada del país, con el índice de población joven más bajo y con el de población mayor más alto. Sin embargo, este no es un problema para considerar esta pequeña ciudad de apenas 35.000 habitantes como imagen de un turismo rural, verde, natural y arqueológico a tener en cuenta. Y es que, por ejemplo, Teruel cuenta con un importante patrimonio artístico mudéjar, parte del cual ha sido reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Su gastronomía, con el jamón como estandarte, forma también parte de su atractivo y la historia que gira en torno a los amantes de Teruel dota a la ciudad de un atractivo místico como pocas. Su economía sigue estando, eminentemente, relacionada con la industria alimentaria, sobre todo productos cárnicos y otros relacionados como piensos y

Todo tour por esta bella ciudad aragonesa significa visitar  la torre, la catedral de Santa María de Mediavilla la torre e iglesia de San Pedro y la de San Martín,  la torre de la iglesia del Salvador, el mirador de los Mansuetos, la casa de tejidos, el parque temático de Dinópolis, la fuente del Torico, la biblioteca, el archivo histórico, el acueducto de los arcos, el museo provincial, las murallas, el mausoleo de los amantes de Teruel y su representación el 14 de febrero y encantadores pueblos como Albarracín, Beceite y su parrizal, el medieval Valderrobres y su castillo de los Heredia, Pitarque y su carismático rio, el parque geológico de Aliaga, el nacimiento del río Tajo, Alfambra, Alcañiz, Cella y la huella que en él dejaron los templarios, Cantavieja, Vallbona, Alcalá de la Selva, Valdelinares, Gúdar, Burbáguena y sus edificios del s. XVI, el castillo de Manzanera, Mosqueruela, Tronchón, las casas de Frías de Albarracín, Calamocha o las altas cumbres nevadas de Sarrión, entre otros muchos que hacen de sus parajes naturales, propicios para la práctica de deportes al aire libre y el descanso, sus máximos atractivos.

Viajar a Teruel es sinónimo de comprar cerámica tradicional, aceite de oliva extra virgen del bajo Aragón, tejas y ladrillas, artículos de barro para el hogar y artículos religiosos, a parte de su famoso jamón, claro está. En la gastronomía turolense es importante los embutidos y las carnes y, como se ha mencionado anteriormente, el jamón, el primero con D.O de España. Las frutas son abundantes en sus campos y ocupan un papel destacado. En las verduras, el pimiento, el cardo y en los pescados, las truchas de río. Alguno de sus platos más populares son los regañaos, la sopa de ajo, los gazpachos o galianos con torta manchega  y conejo, pollo o liebre, los tordos de carne con arroz, asado de cordero, venado o jabalí, la sopa de Teruel con puerro, pan, judías blancas y cebolla o diferentes platos a base de alubias. En su repostería, cabe comprar en todo viaje a estas tierras los regañaos, el melocotón, los pastelitos de queso llamados suspiros de amantes, las trenzas, turrones, hojaldres y tortas de, por ejemplo, nueces o cañamones.