Viajar a Panamá

Panamá

Viajar a Panamá es hacerlo a un país pequeño, de los menos extensos de América Latina. Está situado en América central y sus costas están bañadas por el Mar Caribe, del que hereda un clima eminentemente tropical, y por el Océano Pacífico. Es una franja ístimica muy estrecha y el Volcán Barú marca el punto más alto de su geografía. El lago más grande es el Gatún y el Chucunaque el río más importante. El Canal de Panamá es vital para su economía y todo un puente entre las dos Américas. Además, posee un elevado número de especies marinas y aves al estar rodeado de tanto mar y una enorme diversidad en plantas. El catolicismo y el español son la religión y el idioma imperantes, herencia de su pasado como colonia española desde el descubrimiento de Colón hasta 1821, fecha de su independencia. Un grupo de aborígenes y pescadores fundaron el país hace miles de años, que tras su independencia formaron parte de Colombia hasta su nueva independencia a principios del s. XX. Está dividido en 9 provincias, cinco comarcas indígenas y la Ciudad de Panamá es su capital. Si en el país viven casi 3, 5 millones de personas, dos lo hacen en el epicentro social, económico y cultural del país. Se fundó en 1519 y es una de las más antiguas de su continente. El cerro Ancón vigila los rascacielos que se han ido aglutinando frente a la costa, dónde la ciudad está profundamente pegada. Se divide en 24 corregimientos o distritos y está atravesada por ocho ríos pese a su estrechez. Los principales sectores económicos del país son la alimentación, las finanzas, la pesca, el turismo y el sector servicios, además se trata de uno de los países latinoamericanos con mejor proyección de futuro.

Ciudad de Panamá esconde, pese a su pequeño tamaño, hasta cuatro parques naturales como son, el Metropolitano, el Caminos de Cruces, el Soberanía y el de Omar Torrijos, a parte del parque Summit, considerado como el zoológico de la ciudad. Hectáreas de zonas verdes visitadas por miles de turistas cada año. Viajar a Panamá es visitar lo que la capital ofrece al turista como, por ejemplo, la catedral, el teatro nacional, el altar de oro de la iglesia de san José, el templo de la iglesia mormona, la iglesia de Dios ministerial, la plaza cinco de mayo, el museo del canal interoceánico, el teatro Balboa, la iglesia de la Merced, el hipódromo, la plaza de Francia, el edificio FIGALI, su barrio financiero, iglesias como al de san Felipe de Neri, del Carmen o santa Ana, el palacio de las Garzas, la calzada de Amador, el centro ATLAPA, el casco antiguo, la avenida Balboa, las esclusas de Miraflores, el mirador de las Américas, playas como la de Coronado, la ciudad deportiva, museos como el de arte contemporáneo, el antropológico, el explora o el de historia, entre otros, salón Bolivar, el monumento de Las Bóvedas... son algunos de los puntos turísticos por excelencia aunque acercarse al Canal de Panamá es obligación de todo turista.

Volver a casa y traerse un recuerdo de Panamá es algo obligatorio, sus productos apenas sufren impuestos. Su artesanía se caracteriza por máscaras de madera, orfebrería, cerámica y tela indígena o mola. Y a la hora de comer, la banana y el maíz de la zona reinan una gran cantidad de plato pero también los pescados o la carne de vaca y gallina, y en menor cantidad la del cerdo. Algunos platos famosos son el arroz con pollo, guacho, sopa de carne, chicharrón, patacones, ceviche, bacalao, guacho, arroz con mollejas o con coco o puerco, sopa de frijoles, empanadas de verduras, tamales, ropa vieja... y como postres, cocadas, arroz con leche, huevos de leche o queque -típicos bizcochos esponjosos-. Para beber, culantro, guandú o chicha.