Jaén
Viajar a Jaén es visitar la capital del famoso aceite de oliva español, ya que es la primera productora de este rico manjar en el mundo. Situada al pie del cerro de santa Catalina es una ciudad casi desconocida para el gran público en términos turísticos pero, sin embargo, cuenta con un encanto propio que merece ser descubierto y analizado. Es la ciudad andaluza menos habitada pero su importancia antaño ha sido vital para la historia del país, desde sus asentamientos humanos prehistóricos, de los más antiguos de Europa, a su importante papel en la historia de al-Ándalus y en la del reino de Castilla. La habitan más de 100.000 personas, sus tierras son famosas por su extraordinaria fertilidad para el cultivo -sobre todo de olivares, claro-, y el rio Guadalbullón pasa muy cerca de la capital. Los montes de santa Catalina y La Sierra le otorgan extensos bosques con multitud de especies vegetales y posee una gran variedad de especies salvajes tanto reptiles, aves como mamíferos. Económicamente hablando también son importantes otros sectores como el de servicios, el sector del cereal y la alimentación y el turismo. La industria sigue siendo la asignatura pendiente tanto de la ciudad como de la provincia que solo abarca el 9% de su economía.
Un viaje a estas tierras andaluzas es sinónimo de contemplar su pasado arquitectónico y monumental. Alguno de los emplazamientos más interesantes son la catedral de la ciudad, el parque natural de la sierra de Cazorla, el conservatorio de música, el seminario diocesano, la basílica de san Idelfonso, los baños árabes construidos en época de Abderramán II, el monumento a las batallas de 1910, el castillo de Jaén y el de santa Catalina, la judería o barrio de santa Cruz, sus numerosas iglesias como la de santa María Magdalena, san Juan Bautista o san Bartolomé, entre otras, el modernista edificio del banco de España, sus fuentes emblemáticas como la nueva del conde de Torralba o la de las Bernardas, parques como el de Granja, el de la Alameda de los Capuchinos del s. XVI, el de la Concordia o el de las Fuentezuelas, el jardín botánico, la biblioteca pública o la de Condestable Iranzo, los dos archivos de la ciudad y museos como el internacional de arte naïf, el de artes y costumbres y el catedralicio además de teatros como el Darymelia en la calle Colón y el infanta Leonor, entre otros. Jaén además es famoso por ofrecer interesantes viajes a municipios colindantes de impresionante belleza como Baeza y Úbeda o Cazorla con su castillo de la Yedra. También destaca el castillo de la Mota en Alcalá la Real, el puerto de Despeñaperros en santa Elena, el castillo de Alcaudete y los parajes naturales de Hornos de Segura y Baños de la Encina.
En cualquier viaje a esta provincia andaluza cabe adquirir alguno de sus productos más típicos como son la artesanía realizada en mimbre, caña y esparto. También productos de forja o vidrio, o los pitos de cerámica de Andújar. En cuanto a su gastronomía, viajar a Jaén significa degustar, a parte de su jamón, uno de sus platos estrella, la pipirrana que es una ensalada de cebolla, tomate, pimiento verde y pepino. El ajo blanco con pasas, huevos de codorniz o revueltos de huevos con habas y jamón también son muy populares. Espinacas con ajos, trucha, arroz caldoso...son otros platos típicos. El aceite de oliva y las verduras así como los embutidos priman en la cocina de esta localidad. Y para postre, las gachas, el arroz con leche y el ajo blanco que está hecho con almendra y huevo. La cerveza y al anís son sus bebidas más típicas.
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