Viajar a Letonia

Letonia

Viajar a Letonia es contemplar el esplendor de los bosques europeos. Está bañada por el mar Adriático y apenas tiene 2 millones de habitantes. Se independizó de la Unión Soviética en 1990 y sigue siendo uno de los grandes desconocidos en términos turísticos,  además tiene una economía basada en la siderurgia y en la industrial textil y su crecimiento poblacional es el más bajo del mundo, en continuo descenso. Llega a sufrir inviernos de hasta 40 grados bajo cero y posee una gran cantidad de ríos y lagos.

Su capital es Riga, cuyo centro histórico está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Para los aficionados al art noveau, viajar a Letonia es un valor seguro ya que aglutina una de las mayores colecciones de edificios de esta clase de Europa. Entre sus lugares de interés destaca la catedral con su gran órgano y la famosa puerta de Suecia, las iglesias de san Pedro, san Jacobo y san Juan, el pletórico jardín Viestura, las casas mercantiles de la Edad Media como la de los tres hermanos y los 24 almacenes del barrio antiguo, el monumento a la libertad de 1935 y especialmente importante para los letones, el imponente cementerio de los Guerreros, el pueblo de Sigulda lleno de ruinas y cuevas, el parque nacional, el castillo Turaida del s.XII, el museo de la ocupación, el castillo de Riga y residencia presidencial o el el Parque Nacional de Gauja, a 32 km al norte del país.

Otros de los enclaves más pintorescos de Letonia que visitar son las regiones de Kurzeme, Latgale y Vidzeme dónde practicar senderismo, Kuldiga y su catarata y las playas de Jurmala. Letonia además posee productos típicos artesanales como los fabricados en ámbar y cerámica -la tortuga de ámbar es muy conocida-, bastones de madera y prendas textiles de la zona. Mientras que en su gastronomía, el salmón o la angula son alguno de sus productos de referencia. Entre sus platos típicos destaca el piragi, unas empanadas de tocino o legumbres o el pelmeni, que son parecidos a los ravioles italianos. También, el karbonade, un escalope de carne, generalmente de cerdo y el saslik, brochetas a la barbacoa. El queso, los frutos del bosque y las cervezas como bebida, completan las características principales de su gastronomía. La bebida nacional es el bálsamo negro, un alcohol destilado de plantas, flores y raíces de altísima graduación, digno de probar en todo viaje que se precie.