Viajar a Sudáfrica

Sudáfrica

Viajar a Sudáfrica es hacerlo a uno de los países más ricos del continente africano, si no el que más. Es el país más al sur y reúne a casi 50 millones de habitantes en su más de 1 millón de kilómetro cuadrado de extensión y casi 3.000 km de costas en los océanos Índico y Atlántico. El africano y el inglés son los idiomas más importantes  y es uno de los países más diversos en cuanto a fauna y flora del planeta. La religión predominante es el cristianismo, pero al igual que pasa con el idioma, la diversidad en este aspecto también es cada vez mayor. Cerca del 80% de sus habitantes son de antepasados directamente de raza negra y de una gran multitud de grupos étnicos.  Se divide en 52 distritos y los puertos más importantes son los de Durban, Ciudad del Cabo, Puerto Elizabeth, East London, Richards Bay, Saldanha Bay y Mossel Bay. Históricamente, Sudáfrica cuenta con los yacimientos paleontológicos más importantes de su continente y sus tierras son de las más antiguamente habitadas del planeta.

A partir del siglo XV vivió la llegada de los colonos europeos, siendo Ciudad del Cabo por los holandeses la primera de las localizaciones fijadas por éstos. A partir de 1800, los británicos llegaron para finalmente hacerse con el territorio y abolir la esclavitud. Finalmente reconocieron la independencia del país tan solo un siglo después, en 1910 y dónde dejaron una gran impronta, sobre todo en la estructura de las instituciones democráticas del país. Los descubrimientos de oro y diamantes a finales del siglo XIX aumentaron la economía de la zona mucho más que otros países de África. Es, en la actualidad, uno de los países más estables del continente.

Su clima es diverso, teniendo diferentes zonas áridas, tropicales, subtropicales... y es uno de los países con más especies de animales y plantas del planeta, gracias a su infinidad de praderas y entornos naturales. Hay cuatro ecorregiones en el país, la pradera del Alto Veld en el Highveld, la pradera montana de los Drakensberg y la pradera altimontana de los Drakensberg y el matorral de Maputaland-Pondoland, aunque pese a su gran extensión, hay poco suelo cultivable en el país. Las bases de su economía son la minería, el oro y el platino, automóviles, metalurgia, maquinaria o la industria textil. Es un país con una gran tradición musical y futbolera

Paradójicamente, Sudáfrica tiene tres capitales: Pretoria -a nivel administrativo-, Ciudad del Cabo - a nivel legislativo- y Bloemfontein -a nivel judicial-, aunque Johannesburgo es su ciudad más poblada. Viajar a Sudáfrica es visitar esta última ciudad, totalmente cosmopolita y urbana y todos los encantos que esconde al turista como el Wild Cheeta Farm, la reserva de Magaliesberg, importantes parques como el de serpientes y animales de Hartbeespoort, el de Pilanesberg y el Kruger, la reserva The Wilds, museos como el del Apartheid, Hector Pieterson, Nelson Mandela, la Cuna de la Humanidad. También destaca su gran zoológico, la biblioteca nacional, el Golf Reef City, el estadio Soccer city, el teatro cívico, market theatre, el edificio de la Corte... Otros sitios de interés en el país son Reino de Lesoto, un país en medio de Sudáfrica, independiente, la zona de Soweto, la isla de Robben island, el Cabo de buena esperanza en Cape Town, Hout Bay, los jardines exteriores de Pretoria, las brillantes localizaciones de Cape Town...

En cuanto a su artesanía, destaca la escultura en madera, los cuadros y las pinturas (es una país de gran tradición artística), cestas, mobiliario... y en su comida, la herencia colonial y la de procedente de países como Malasia. Sudáfrica destaca en el uso de la carne y los vegetales y no tanto en el pescado. Algunos platos típicos son el amasi, una especie de leche ácida, el biltong o carne curada en salazón, el bobotie que es un plato originario de cocina malaya, salchichas a la barbacoa, pan relleno de curry, las frikkadelle o albóndigas, bacalao en salazón con patatas y tomates, hoenderpastei o pastel de pollo, el pan de calabaza... y como postres, las koeksisters, una especialidad dulce al estilo de bollos retorcidos y fritos con forma de grandes huevos, el pudding de albaricoque o la tarta de leche, entre otros preparados populares.  Para beber, amarula, Karkanji -una bebida picante y agria a base de hibisco- y el rooibos, aparte de la cerveza.