Viajar a Tanzania

Tanzania y Zanzíbar

Tanzania es la personificación del sueño africano. Su asombrosa belleza y la increíble diversidad de joyas naturales que atesora han convertido a Tanzania, el país más grande de todo África, en todo un centro de peregrinación para viajeros de todo el mundo. No hay nada tan evocativo como el majestuoso Kilimanjaro, que preside por encima de todo el continente, el gran Serengueti - Patrimonio de la Humanidad -, que acoge una fauna privilegiada en sus llanuras sin fin, el gran Lago Victoria, el legendario Zanzíbar o el espectáculo más bello y fascinante del mundo: la gran migración .

 Tanzania tiene por vecinos a Kenya y Uganda al norte, Ruanda, Burundi y El Congo al oeste, y Zambia, Malawi y Mozambique al sur. Su situación privilegiada en el continente africano hacen que Tanzania pueda ofrecer una combinación irresistible de safari y playas, de aventura y relajación. Si bien Tanzania tiene una de las mayores poblaciones de fauna mundiales, también goza de una costa de ensueño y de pequeñas islas donde el romanticismo, la paz y la tranquilidad están aseguradas.

 Fue el escritor Ernest Hemingway quien puso Tanzania en el mapa de los aficionados al safari en los años treinta. Luego llegaron las evocativas escenas de Memorias de África que añadieron al Kilimanjaro y al Serengueti al imaginario colectivo del continente africano. Éstas y otras joyas naturales como el espectacular cráter de Ngorongoro no necesitan introducción pero Tanzania esconde otros tesoros inigualables como los Parques Nacionales del Lago Manyara o Taranguire. Selous, la reserva más grande del mundo, es un secreto bien guardado donde el viajero podrá gozar de una tranquilidad y paz sin igual.

 Las mejores épocas del año para embarcarse en un safari son entre enero y marzo, cuando las desbordantes temperaturas empujan a los animales a buscar agua, así como de junio a octubre, cuando el clima es más templado y seco. La estación lluviosa, entre abril y mayo, puede dificultar el acceso a algunas zonas pero hará las delicias de los amantes de las aves y la flora.

 El viajero que visite Tanzania podrá dar rienda suelta a sus deseos aventureros participando en safaris, senderismo, montando a caballo o ascendiendo al Kilimanjaro. Nada como las bellas playas e islas tanzanas para recuperar energías y relajarse después de unos días de vigorosa actividad. Un destino verdaderamente irresistible.