Viajar a Japón es visitar el país del origen del sol, que es lo que significa su nombre. Un potente estado insular, el este de Asia, que reúne a 127 millones de habitantes y dónde el emperador Akihito es su personalidad más relevante. A su alrededor más de 6.800 islas rodean el país, las principales son Honshu, Hokkaido, Kyushu y Shikoku habitadas ya desde el Paleolítico superior. Su posición geográfica, aislada del resto del mundo, le ha valido para construirse una de las culturas más antiguas y ancestrales del mundo. La tierra del sol naciente, otra de sus definiciones, fue fundada el s. VII a. C y a lo largo de los siglos diferentes culturas europeas han llegado a sus costas para llevar a cabo misiones cristianas, como son holandeses, portugueses, españoles e ingleses que, sin embargo, provocaron el recelo de las autoridades provocando un aislamiento del país durante más de dos siglos y medio hasta que en la segunda mitad del s. XIX su contacto nuevo con Occidente le permitió su gran despegue económico, dónde hoy es una de las mayores potencias del planeta. El país se divide en 47 prefecturas y 8 regiones y EEUU es uno de sus mayores aliados a nivel económico y militar. Se trata de un país eminentemente montañoso y de grandes bosques y está situado en una zona de gran actividad volcánica, dónde los terremotos son frecuentes. Solo el 25% de él es de superficie plana. Su clima es tropical y de extensas lluvias, además padece gran polución. El macaco de cara roja es uno de sus animales más característicos y puede presumir de albergar, 132 especies de mamíferos, 583 especies de aves y 66 de reptiles o peces, entre otros. Estaba unido a la península asiático pero hace 15 millones de años, debido a su posición en una de las zonas de placas más inestables del planeta, se separó y se fundó el territorio que conocemos hoy creando el mar de Japón.
Al planear un viaje hay que tener en cuenta que nos trasladamos a la tercera potencia económica del mundo, posee una economía y unas infraestructuras brillantes y destaca en sectores como la banca, las telecomunicaciones, las industrias manufactureras, el transporte, sus exportaciones son impresionantes, equipos electrónicos o vehículos, entre otros. Su gastronomía es de las más de moda en el mundo, es uno de los países del mundo más conectados a la red y que más turismo practican y su cultura es de las más diferentes respecto a jóvenes y mayores, caras del mundo más actual y moderna y las tradiciones más ancestrales. La capital es Tokio, compuesta por 23 barrios y 26 ciudades que aglutinan a 13 millones de residentes y con 70 líneas, dispone de la mayor red ferroviaria del mundo -entre metro y tren-. Es sede de importantísimas multinacionales, la petroquímica, automovilística, telefonía, madera, hierro y acero son sus industriales fundamentales. El budismo es la religión oficial de la ciudad y la más importante del país. Su clima es templado, y 4 de cada día 10 llueve en la gran ciudad. El corazón de la ciudad está formado por 23 barrios residenciales, en aumento en el país. Está formada por dos partes: la continental y la insular. La primera se localiza en el margen noroeste de la bahía de Tokio y la segunda alcanza abarca dos cadenas de islas en el océano Pacífico, las islas Izu y Ogasawara. Tokio dispone de una gran variedad de sitios que visitar a la hora de viajar, como son los jardines del palacio imperial, el mercado Tsukiji, Yoyogi park, el santuario de Yasukuni, rainbow bridge, parque Shinjuku Gyoen, la arteria de Shibuya Crossing, Odaiba, mercado Ameyoko, templo de Toshogu, su bahía, su apoteósico metro, el edificio del gobierno metropolitana tan imponente, la playa, Zojo-ji, el templo Honmonji, el edificio Fuji, el ayuntamiento, museo nacional, Ueno Tosho-gu, Edo castle, la pagoda Kan´eiji, el estanque del parque de shinjuku, la estatua de la libertad, Kaminarimon, Mori art museum, las estatuas budistas de Asakusa, el templo de los cinco pilares, la llama de Hiroshima y Nagasaki, la plaza de Shibuya, los jardines Hamarikyu, el parque Rikugien, la mezquita de Yoyogi Uehara, el parque Showa, Ginza, el parque de Ueno, monte Fuji, Enoshima, Nikko, los templos de Kamakura y multitud de lugares y templos callejeros por doquier de esta inmensa ciudad. Yokohama, Hiroshima, Osaka, Sendai o Fukuoka son otras urbes de vital importancia que, si se puede, merece la pena echar una ojeada.
Comprar algún souvenir típico de Japón es tarea fácil. Viajar a Japón es adquirir un tradicional kimono, objetos de bambú, objetos de arte budistas, representaciones de monumentos, representaciones coloristas, y toda la compra de material electrónico que se desee. A la hora de comer, el pescado crudo o sushi es el rey de la comida japonesa pero no solo este. Hay otros ingredientes importantes como el arroz, vegetales como el puerro, berenjenas, pepinos o espinacas, entre otros muchos, hongos, algas, tallarines, el uso del huevo, castañas, harinas, soja, tofu u otras legumbres, y carne de todo tipo, sobre todo cerdo, pollo y ternera. Platos famosos son el pastel de arroz o mochi, el sashimi, onigir que son bolas de arroz, arroz con verduras y pollo, sopas de miso o de ravioles con algas, también la sopa con cerdo o marisco, tofu frio, tallarines fritos o hervidos en mil especialidades como soba o ramen, motsunabe o intestino de vaca, yakitori con brochetas de pollo o hamachi kama, a base de atún a la plancha. En la repostería, destacan los dulces llamados wagashi, helados de té verde o de vainilla, entre una gran variedad. Y para endulzar el viaje, té verdes por doquier, amazake, sake, calpis o ramune.
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