Viajar a Malasia

Viajar a Malasia es visitar el corazón del sudeste asiático. Tiene una parte de su territorio en los terrenos peninsulares del continente asiático y otra, la parte insular, el Borneo Malayo, compartiendo isla con Indonesia. Su población es de 24 millones de habitantes y se espera que ésta se doble a mitad de siglo debido a sus altas tasa de crecimiento demográfico. Yang di-Pertuan Agong, es su jefe de estado y monarca del país, eminentemente musulmán, no obstante el budismo, hinduismo y el cristianismo son otras minorías importantes a tener en cuenta. El malayo es su idioma oficial pero el inglés también, debido a su independencia de Reino Unido a finales de los años 50. Controla el estrecho de Malaca y posee una industrialización de reciente creación que ha permitido que el país goce de una estabilidad económica por encima de otros países vecinos. Ha sido ocupado anteriormente por portugueses y holandeses y alguno de sus puntales económicos son el caucho, refinación de aceite palma, manufacturas livianas, componentes informáticos, turismo, manufacturas electrónicas, minería y fundición de estaño, madera para combustible, madera para construcción, petróleo y alimentación. El parque nacional Kinabalu, con el monte que lleva su nombre, es el más alto y más famoso del país. Su capital es Kuala Lumpur, con más de nueve millones de habitantes. El clima ecuatorial predomina en ella, al igual que en todo el país y está protegida por las montañas Titwangsa. Es una ciudad proclive a las inundaciones y las torres Petronas son los edificios gemelos más altos del mundo y símbolo de la ciudad. Fue fundada en 1857 y está situada en el sur de la península de Malaca y dos ríos importantes la atraviesan, el Klang y el Gombak. Es la zona más industrial y próspera del país y sus sectores más importantes son el comercio, el transporte, el turismo, las finanzas, la construcción, las telecomunicaciones y servicios informáticos, entre otros.

Planear un viaje por estas tierras asiáticas es, indudablemente, visitar todas las regiones que la capital malaya tiene preparada al turista. Algunos sitios de obligado interés son, las cuevas Batu, los jardines Taman, skybridge, pavilion crystakl fountain, la famosa calle Jalan Petaling o la comercial Jalan Bukin Bintang, Guan di temple, la estatua de Hanuman, la transitada Jalan Alor, el jardín de orquídeas, la reserva de  Bukit Nanas, el templo del señor de la colina, el templo Sri Mahamarianman, Chinatown, Menara Kuala Lumpur, la mezquita Masjid Negara, el palacio del sultán  Abdul Samad, la mezquita Putra, la pequeña India, el jardín de Hibiscos, la plaza Merdeka, la estación central, el museo de arte islámico, el cementerio chino, Kasturi Walk, ir de compras por el central Market, la moderna Bukit Bintang, la mezquita Masjid Jamek, el templo Guan Di, visitar las islas Pergentian o las de Pulau Langkawi, entre otras. Otros enclaves a tener en cuenta son las islas de Tioman o las de Sipadán, el monte Kinabalu, la belleza de Ipoh, el parque nacional de Bako en Kuching, Banting y sus playas, el santuario de orangutanes en Sandakan, el templo Kek Lok Si o la mezquita flotante en Penang, el lago Bukit en Kuching, Georgetown, Alor Setar y su gran mezquita o la impresionante playa de Kuala Kendah en Alor Setar.

Traerse de vuelta a casa un recuerdo de Malasia no es tarea complicada. Se puede optar por los sarongs o pareos, telas estampadas, cuchillos típicos y productos de estaño. En su gastronomía, destaca el arroz en multitud de variaciones y acompañantes. Las frituras o el chili también son corrientes, así como los fideos. Los pescados son más consumidos que la carne. Algunos platos famosos de este país son los fideos de soja o Tang Hoon, pescado saam, kuih -un pastel-, hamburguesa ramly, satay de carne de ternera a la parrilla, nasi lemak de arroz como plato nacional, pasta de gambas con salsa picante o el nasi goreng kampung, un tipo de arroz frito. También el pollo camboyano, raviolis con salsa de sepia, cangrejos al vapor, hinava o pescado crudo con salsa de lima o gachas de rana, entre otros muchos. El cendol, un helado con coco, fideos y judías, es el postre estrella, sin duda. Y para beber, zumos de frutas.