Pakistán
Viajar a Pakistán es viajar a uno de los cinco países más poblados del planeta con casi 200 millones de habitantes en sus más de 800.000 kilómetros cuadrados de extensión. Su pasado está inevitablemente unido a la India. El lenguaje local urdú y el inglés, debido a su reciente pasado como protectorado de Reino Unido, son los idiomas más importantes y el islam es la religión predominante sobre cualquier otra. Está considerado uno de los países dónde se originó la vida hace millones de años debido a los ricos hallazgos de todas las épocas históricas encontrados. Su nombre significa tierra de pureza y a él han ido a parar multitud de pueblos durante toda su existencia. Sus costas están bañadas por el mar Arábigo y el océano Índico, el Indo es su río principal. El norte está repleto de montañas y en el sur predomina el desierto. Se divide en cinco provincias y algunos sectores de su economía son la industria textil, el sector servicios, la química, hierro y acero, además de la agricultura, que sigue ocupando un papel muy importante para la subsistencia de un elevado número de millones de personas. Su temperatura es de contrastes, desde heladas en invierno hasta sofocantes veranos.
Su capital es Islamabad, situada al norte del país. Fue construida en los años 60 de forma planificada para sustituir a la anterior capital. Son famosas sus grandes edificaciones y sus lagos artificiales, Rawal, Simli and Janpur Dam. En ella viven casi un millón de personas. Viajar a Pakistán es visitar su moderna capital, nada que ver con otras regiones más humildes y antiguas del país y famosas son localizaciones como la mezquita Faisal, la colina Margalla, Faisal Mosque, el lago Rawal... Pakistán también esconde otros tesoros dignos de contemplar como el mausoleo de Abdullah Shah Ghazi, Frere Hall, Lahore en Punjab y sitios como los jardines de Shalimar y la mezquita Badshahi, los monumentos de Makli, Thatta, el fuerte Rhotas, Mohenjo-Daro, las ruinas budistas de Takht-i-Bahi, la antigua capital Karachi, la cordillera del Pamir, el zoo de Lahore, el impresionante lago Saiful Muluk, el palacio de Mohatta, el museo nacional del país, el parque nacional de Ayubia, etc...
A la hora de comer, la cocina pakistaní es prácticamente igual que la cocina de la India. El arroz, las especias y la carne, sobre todo pollo y cordero, son ingredientes básicos. Algunos platos famosos son, lentejas con paz o arroz, carne con repollo, pescado frito, haleem, pulao, kofte, kebabs, hojas de mostaza y pan de maíz, el korma con arroz, barbacoas, arroz basmati, cordero relleno con arroz, el tahiri de vegetales...y de postre, helado peshawarí, el sheer khurma, el kulfi, la falooda, el kheer, el ras malai, el phirni... y una enorme lista de dulces. Para beber, té negro y verde, lassi o leche con yogur, rooh afza -un jugo de frutas y hierbas o el sorbete de almendra, entre otros. Viajar a Pakistán es comprar un recuerdo típico como, por ejemplo, tapices de lana, cuero, chales de cachemira y mucha artesanía de plata.
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