Viajar a Siria

Siria

Viajar a Siria es trasladarse a un país de Oriente Próximo en el que habitan casi 20 millones de personas y cuya lengua oficial es el árabe. Sus tierras están habitadas desde hace miles de años, y hace 2.000 pertenecía a la región de  Aram. Ha pasado por manos de egipcios, persas, babilonios, romanos y bizantinos debido a su posición estratégica en el mar Mediterráneo. Los turcos fueron expulsados de ella por los ingleses a principio del siglo XX pero fue finalmente Francia quien se hizo con el control del territorio hasta su independencia en 1946.

Su territorio consta de 14 gobernaciones, el islam es la religión predominante, su geografía se divide entre bosques y desiertos y su clima es bastante alto durante buena parte del año. Actualmente vive una guerra civil que ha terminado con la estabilidad y el turismo de esta emblemática región del oeste asiático. Damasco es su capital y Aleppo es la ciudad más importante. La primera es, además, la ciudad más antigua del mundo habitada de forma ininterrumpida.

Visitar Siria es dejarse caer por esta emblemática urbe, parte importante de la historia de la humanidad. Populares son monumentos como la tumba de Saladino, la catedral de la ciudad vieja, el barrio judío, la estación Al-Hejaz, la capilla de Ananías, la plaza Umayyad, Bab Kisan en la ciudad antigua, el arco triunfal romano, la mezquita Omeya, el museo nacional, templo de Júpiter, monasterio de Seidnayya, Maalula, el zoco, sus impresionantes conventos, la capilla de san Pablo... También destacan ciertos lugares en Aleppo como la basílica de san Simeon o la ciudadela o la ciudad de Bosra y sus fortalezas, entre otras.

En cuanto a su gastronomía, cabe destacar la mezcla de la cocina egipcia y la mediterránea, e incluso turca. En Siria se come mucha carne de cordero y muchas legumbres y vegetales, el pescado queda en un segundo plato. Algunos manjares populares son los kebabs, ensaladas, mujaddara, kibbehs, carne picada con queso -producto muy consumido-, pepinos rellenos, dolmasm burgui... y como postres, la baklava, una masa con nueces picadas y miel, barazzis y mucha fruta fresca. Para beber, té y café árabe, además de ayran, una especie de yogurt. Traernos un recuerdo de Siria es adquirir piezas vidrio, joyas, artículos de mosaico árabe, cerámica y tallas de madera.