Viajar a Polinesia francesa

Viajar a la Polinesia Francesa es visitar uno de los territorios de ultramar con más turismo del mundo. Se trata de un conjunto de cinco archipiélagos formado por las islas Marquesas, islas de la Sociedad, Tuamotu, islas Australes e islas Gambier y que reúnen a cerca de 300.000 personas. La isla más poblada y la más famosa es Tahití -en las islas  de la Sociedad- donde reside hasta el 69% de la población total del conjunto que forman la Polinesia Francesa. Y el tahitiano y el francés son los idiomas oficiales en cada una de ellas. Los aborígenes polinesios fueron sus primeros habitantes en el año 300 d. C y a finales del s. XIX se unieron bajo protectorado francés. Su geografía es eminentemente volcánica y montañosa, y sus suelos son muy fértiles para la agricultura, modo de vida de las islas hasta el desarrollo del turismo. Su clima comprende solo dos estaciones, un verano caluroso que transcurre desde noviembre a mayo, y un invierno fresco el resto del año. Es la quinta economía más fuerte de su continente, Oceanía, y las exportaciones de coco, madera, nono, vainilla, frutas o el cultivo de su famosa perla negra son alguno de sus puntales, a parte de la pesca. Sin duda, el sector servicios y el turismo es su gran baza económica gracias, entre otros, a la exención de diferentes impuestos locales. Poseen hasta un total de 51 aeropuertos, sus infraestructuras están en continuo ascenso y su población es bastante joven en comparación a otras islas del mundo.

Disfrutar de sus playas es la gran atracción turística, Tahití o Bora Bora son algunas de las ubicaciones más conocidas. Pero sin duda, la Polinesia Francesa es una apuesta segura para un viaje de sol y relax eso si, hay que planear el viaje antes de partir porque su extensión, comparable a una gran parte de Europa, hace inabarcable visitarla toda en solo unos días. Alguno de los lugares imprescindibles que visitar son la playa Punta Matira en Bora Bora, uno de los lugares de ensueño de largas playas idílicas, también la zona de Blue Lagoon en Rangiroa, la de Pineapple en Moorea, los amaneceres de Teahupoo, la casi salvaje  Moorea, la ruta hacia la gran cascada de Hakahui en Taiohae, la barrera de coral de las islas Leeward, Opunohu Valley con sus 500 estructuras funerarias conservadas, Mahaiatea, los descubrimientos arqueológicos de Puamay, Tahaa más conocida como la isla de la vainilla, la tranquila Raiatea, las montañas de Paia y Otemanu, la vieja ciudad y capital de Tahití llamada Papeete, Arahoho, cataratas como Vaipahi y Faarumai, el valle de Hanavare, Huahine, Motu One, Fatu Iva, y un montón de islas más dónde no solo contemplar bellas playas de postal y largas jornadas de sol y belleza exótica, también dónde practicar buceo por sus mágicos fondos, surf con cometa, esquí acuático, windsurfing, montar a caballo por los valles de Ua Huka, alpinismo en los montes Diademe y Aorai o preciosos avistamientos de ballenas.

Viajar a la Polinesia Francesa es adquirir como recuerdo algunos de sus productos más famosos como sombreros, bolsas, cestas, objetos y joyería realizados con cochas, tifaifai, perlas, esculturas de madera... y a la hora de comer, los mariscos o carnes como el pollo y el cerdo, además de los productos autóctonos de las islas copan sus platos. En el viaje el turista tiene la oportunidad de degustar gran cantidad de platos con langostas, atunes y bonito, además de peces como el mahi mahi. Algunos platos típicos son el poisson cru, que es pescado crudo con salsa de coco -el aliño por excelencia-, aceite de vinagre o limón, el ma a tinito con pasta, carne, espinacas y judías, salada ruse con hojas de taro hervidas, gambas y crema de coco, chevrettes y para postre, el poe una especie de puddin de plátano o papaya. La carne de otros animales como de tortuga o platos con maíz, arroz... también son frecuentes. Sin embargo, las islas cuentan con numerosos restaurantes de todas las nacionalidades posibles. Y para beber, el maitai que es un cócktel de ron blanco, piña, cointreau, granadina y zumo de piña o el maeva, sin alcohol. Abundan la gran variedad de cervezas.