Viajar a INNSBRUCK

Innsbruck

Viajar a Innsbruck es visitar la capital del tirol austriaco, considerado uno de los lugares más bonitos del planeta. Está al oeste del país, entre montañas, situada en el valle del Inn con apenas 120.000 habitantes, es también uno de los lugares predilectos para la realización de deportes de invierno. Tiene una extensión de 104,91 km² y está a apenas 100 km de otra ciudad turística y no menos fastuosa, Múnich en Alemania. Habitada desde hace miles de años, su posición como el punto perfecto para poder atravesar los Alpes, su mayor atractivo, le confirió enseguida como un lugar de paso de rápido crecimiento. Posee un clima parecido al de ciudades como Moscú, con inviernos fríos, largos y nevados y veranos frescos y no demasiado calurosos, salvo excepciones. Su historia se remonta al año 15 a. C cuando los hijastros del emperador romano Augustus, Tiberius y Drusus, construyen la calzada romana a través del Brennero convirtiéndose en un lugar de peregrinaje importante para éstos durante varios siglos. En el siglo VI los bávaros conquistan la región y en el XII nace la ciudad. El siglo XV con la construcción del palacio imperial, el auge de la minería y la figura de  Maximiliano I significa una época dorada para la ciudad.

Planear un viaje por esta ciudad es visitar lugares de interés como el barrio gótico, su tejado de oro, los edificios barrocos de la calle Maria-Theresien-Strass, la iglesia de la corte, la torre de la ciudad del siglo XV, la catedral de Santiago, la basílica de Wilten, el museo de las campanas, el castillo de Ambras, el casino, la universidad, las figuras de los Habsburgo en sus calles, Museo Anich - Hueber Oberperfuss, Museo Artur Nikodem, la iglesia de san Pedro y san Pablo, la abadía Stams, el molino Hinterlocher, el Panorama Tirol, el museo de anatomía o el de la ciudad, el arco del triunfo, la casa Helbing, Audioversum o la catedral de San Jacobo. Pero sin duda, lo más importante es observar su encanto natural y atreverse con la práctica de deportes.